CARLOS MONTILLA
Formación
Formación en curso:
– Programa SAT
– Terapeuta Corporal Integrativa en el Espai TCI Barcelona
– Proceso de ayudantía en TCI
– Proceso de ayudantía en “Refent-nos homes”
– Fotógrafo
Sobre mí
Mi orientación sexual marca desde bien pequeño mi interés y preocupación por el género, el hecho de no entrar en los cánones normativos me hizo sentirme ajeno al mundo de los hombres, a ese mundo en el que ser hombre tiene una serie de características concretas con las que yo no me sentía identificado. Pero al mismo tiempo, era consciente de que era un hombre y por eso, acompañado por el movimiento feminista durante años, fue que en 2017 busqué un grupo de hombres donde poder entender porqué yo, y otros como yo, parecíamos no pertenecer a ese espacio masculino. Fue con el grupo de Rai Crespí que pude sanar mi relación con el hombre, tanto a nivel propio como ajeno y sentir que de alguna forma había regresado a casa, a un hogar del que siempre había formado parte.
Mi camino en el autoconocimiento comienza en 2009 con la muerte de mi madre. Al comprobar mi dificultad para acompañarme emocionalmente en mi duelo comienzo a hacer terapia. Ahora, con los años, me doy cuenta de que este fue el inicio de una mirada hacia mí mismo que no ha cesado y que se ha convertido en una práctica vital constante. Este duelo también abrió un camino hacia la espiritualidad. En este sentido, la meditación es también para mí una puerta básica en mi cotidiano para mantenerme atento a mis procesos emocionales y unido a mi instinto.
El acompañamiento de adolescentes y jóvenes me ha permitido sanar las heridas derivadas de mi propia infancia y adolescencia. Mi trabajo como dinamizador de grupos en talleres de infancia y jóvenes, atravesado por el juego y la ausencia de juicio, me recuerda lo vitalmente necesario que es ofrecer herramientas desde muy temprana edad para que podamos acompañarnos mejor a lo largo de todas las etapas de la vida.
La fotografía fue mi herramienta principal durante años, la cual me ha ayudado a desarrollar una capacidad de observación que ahora me es muy útil para acompañar a otros. El teatro y la danza también han estado siempre presentes en mi vida y me han ayudado a contactar con mi cuerpo, lo que unido a mi trabajo terapéutico con él, me han permitido aceptarlo, ya que durante años me sentí muy desconectado de él.